La Gestión de Procesos tiene cada vez más peso en la organización de las instituciones sanitarias. La primera entidad aragonesa en incorporar esta idea a su estructura ha sido el Sector Sanitario Zaragoza III, que ha creado una subdirección de Mejora de Procesos con un perfil de ingeniería biomédica y formación específica en este modelo de gestión.

El objetivo es crear un proyecto sólido y a largo plazo, que pueda crecer y ser escalable a otros centros de la comunidad, logrando así un cambio sostenido en toda la estructura.  “Hace tiempo que los gestores están viendo que la mejora de los sistemas sanitarios pasa por aumentar su eficiencia operacional, es decir, lograr mejores resultados con los mismos o menos recursos”, explica Peña Pérez, ingeniera que está al frente de esta nueva subdirección.

En este sentido, en Aragón se habían llevado a cabo pequeñas acciones locales y acotadas en el tiempo de la mano de la industria farmacéutica o en colaboración con la Universidad. Ahora se da un paso más, planteando recursos dedicados en exclusiva a optimizar el flujo de trabajo y la cadena de valor para poder llevar a cabo el trabajo en el hospital en condiciones óptimas y trazables, eliminando todo lo que no aporta valor.

El objetivo de la nueva estructura, tal y como explica Peña Pérez, “es obtener resultados perdurables en el tiempo porque no se trata sólo hacer cambios; hay que medir los resultados que dan esos cambios y evaluarlos, para seguir realizando ajustes planificados sobre los aspectos deficientes”.

Todo ello tiene como eje central el paciente, que debe ser el beneficiario de las mejoras, facilitando su tránsito por el sistema sanitario; escuchando y mejorando los procesos que le causan insatisfacción; aumentando la calidad y seguridad del proceso asistencial; o reduciendo los tiempos de espera con la optimización del suelo quirúrgico y de la alta tecnología.

Para conseguir este objetivo de aumentar la eficiencia operacional mediante la redefinición del flujo de trabajo y la eliminación de tareas que no aportan valor, integrando en el día a día la cultura de la Mejora Continua, se van a aplicar metodologías y herramientas como LEAN, que ya están funcionando con éxito en otros sectores productivos.