La Medicina Física y Rehabilitación es la especialidad médica que se encarga del diagnóstico, evaluación, prevención y tratamiento de la discapacidad, encaminados a facilitar, mantener o devolver el mayor grado de capacidad funcional e independencia posible.
Las funciones de los médicos rehabilitadores son: estudiar el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de la discapacidad temporal o permanente con el objetivo de conseguir el máximo grado de capacidad funcional e independencia personal, social y laboral.
Para lograr estos objetivos se impone una valoración de los pacientes de forma global, diagnosticando la lesión o enfermedad, así como sus consecuencias, con el fin de establecer el pronóstico funcional para aplicar el tratamiento rehabilitador adecuado y teniendo presentes las posibles secuelas.
La actividad del médico rehabilitador no es una intervención puntual, sino una acción transversal y continuada hasta el final del proceso discapacitante.
Los médicos rehabilitadores son conocedores de la discapacidad y de las máximas posibilidades residuales y responsables de establecer la conveniencia o no de indicar un programa de Rehabilitación, según la capacidad de recuperación o integración del paciente. El médico Rehabilitador dirige, coordina y controla el programa y la actuación de los distintos miembros del equipo, modificándolo o adaptándolo según el curso evolutivo del paciente afecto de discapacidad. Además, debe establecer el límite de las posibilidades rehabilitadoras, tanto por haberse alcanzado los objetivos previstos como por estabilización de la situación del paciente.