La Unidad de Hospitalización de Adultos del Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa ha sido reformada íntegramente con el fin de modernizar los espacios y adaptarlos a un modelo asistencial moderno, donde el objetivo no se reduzca a tratar los síntomas de estos pacientes.

La unidad comenzará a funcionar mañana miércoles, cuando se lleve a cabo el traslado de los pacientes desde el Hospital General de la Defensa, donde se ha ubicado esta hospitalización durante los casi cinco meses que han durado los trabajos.

Situada en la tercera planta del centro, esta Unidad tiene 17 habitaciones de hospitalización –todas individuales salvo tres- que han incorporado ducha individual en cada baño y han ganado en luminosidad, gracias a la adecuación de paredes y suelos. “Se trata de una dignificación de los espacios para los pacientes acorde a nuestro tiempo”, ha resumido la directora de Enfermería del Hospital Clínico, Ana Pelleja, quien ha participado en la presentación de la Unidad junto al director general de Salud Mental, Manuel Corbera, al responsable del Servicio de Psiquiatría, Ricardo Campos, y a la supervisora de Enfermería de la Unidad, María Vargas.

Pelleja también ha querido agradecer al Hospital Militar su disponibilidad para acoger a estos pacientes y el trato recibido; y al equipo de profesionales del Hospital que se han encargado de hacer todos los traslados sin dejar de tratar a todos los pacientes con la mayor calidad, por su esfuerzo y profesionalidad.

Una nueva habitación

Esta Unidad cuenta ahora con una decimoctava habitación denominada ‘de confort/calma’, equipada para ofrecer una modulación sensorial que permita una disminución de tensión emocional para aquellos pacientes en crisis. “No es una habitación de aislamiento para contención física ni una sala de estar, sino un espacio para las personas que precisan intervención individualizada transitoria en un lugar tranquilo y privado”, ha explicado el doctor Campos.

Por otro lado, en esta planta la asistencia en comunidad es una pieza clave. Son pacientes que no pasan mucho tiempo en la habitación y sí en las zonas comunes. Por ello también era importante mejorar esos espacios, incluyendo nuevos elementos de ocio y deportivos, como un gimnasio.

“El diseño es terapéutico per se y es parte de la calidad del servicio –ha señalado el responsable de Psiquiatría en este punto-. Ayuda a prevenir el aburrimiento, la inseguridad y la soledad en personas que están en situación de máxima vulnerabilidad. El diseño de espacios debe transmitir positividad a la vez que seguridad y estar acorde con la conducta esperada”.

Nuevas formas de trabajar

Disponer de nuevos espacios va a permitir a los profesionales mejorar la forma de trabajar, con el fin de que el paciente se reincorpore lo antes posible a los espacios comunitarios después de haber recibido un tratamiento intensivo personalizado.

También se pretende potenciar modelos de intervención verbal para la resolución de conflictos implantados a nivel internacional, como el Safewards. Su desarrollo se basa en el diálogo y la deliberación, dotando de sentido la experiencia del ingreso para una recuperación y una mayor autonomía del paciente, con espacios de continuidad de cuidados al alta. “El objetivo es tener el mayor respeto por los derechos de los pacientes y su diversidad social, fomentar su participación así como consensuar las mejores prácticas en la mejora de su autocuidado, calidad de vida y en el aumento de la esperanza de retomar su proyecto vital”, ha señalado Ricardo Campos.

Por último, se pretende utilizar métodos para valorar el clima de la Unidad con posibilidad de mayor apertura de salida al exterior en aquellos pacientes en mejoría; y también potenciar el trabajo con las familias durante el ingreso y en la fase temprana de pos hospitalización, así como con las asociaciones de pacientes.